Un árbitro permisivo, que dejaba hacer a las de La Muela lo que querían (patadas, empujones, codazos….), y unas jugadoras de La Muela que se dejaron el concepto de la deportividad en casa, pudieron con nuestras chicas, que fueron con un equipo muy mermado.
En contra de lo que es habitual, acudimos muy mermadas a La Muela por diversos motivos, con tan sólo 6 jugadoras de campo. Nuestro quinteto fue Ana, Guti, Raquel, Natalia y Nuria. No se si sería el domingo, o la defensa atrás, o verse tan mermadas o el motivo que fuese, pero las nuestras salieron sin la intensidad a la que nos tienen acostumbrados, lo que hizo que encajásemos 2 goles en tan solo 3 minutos. Dani pidió tiempo muero para calmar el partido e intentar espabilar a las nuestras, y parece que dio resultado. Tras el tiempo muerto se presionaba un poco más arriba y no se dejaba llegar a las locales con la facilidad del comienzo. Además, se empezó a tocar más el balón y a jugar menos con balones largos sin mucho sentido. Tras alguna ocasión bien solventada por las porteras de ambos equipos, llegó un buena jugada de las nuestras entre Cris, Nuria Y Michelle, que culminó esta última en el segundo palo. Y, al ver que espabilábamos, comenzó el festival del árbitro. Empezó a pitarnos falta que no tenían ningún sentido, mientras permitía la dureza de las locales (incluso en un empujón de su capitana a Nuria, acabó pitando falta de Nuria……). En una de éstas, se inventó una mano de Natalia, que incluso le enseñó la marca del balón en la tripa, para pitar una falta cercana, que acabó suponiendo el 3-1. Faltaban poco más de dos minutos y, aunque tuvimos alguna ocasión más, la portera local se mostró insuperable.
Tras un descanso en el que se intentó calmar a las nuestras, que ya se estaban alterando por pura impotencia, se comenzó presionando arriba sin dejar sacar el balón a las de La Muela con claridad. Pero una y otra vez, el árbitro permitió el juego duro de las locales, mientras que pitaba faltaba de las nuestras con tan sólo acercarnos casi, lo que no nos dejaba presionar con la intensidad a la que estamos acostumbradas. A esto hay que añadir la lamentable actitud de las jugadoras locales, que se aprovechaban de esta permisividad y hacían y decían a las nuestras lo que se les antojaba. A pesar de todo esto, las nuestras generaron varias ocasiones de gol, pero siempre intentaban batir a la portera por abajo, donde la portera se veía imbatible. Tanto arriesgaron las nuestras, que se animaban a pesar de lo que pasaba a su alrededor, que en un robo de balón las locales casi mataron el partido anotando el cuarto gol. No desmoralizó esto a las nuestras, que, 2 minutos después, anotaban el segundo gol por medio de Nuria. Con este ánimo, las nuestras hicieron alguna ocasión más, pero no conseguían poner el balón arriba. Por contra, seguían sufriendo a árbitro y jugadoras locales, que incluso tiraron un doble penalti (muy bien parado por Ana), a pesar de no haber recibido ni una sola patada. Afortunadamente para la integridad de las nuestras, el partido llegó a su fin con este marcador, yéndose incluso del campo sin dar la mano, porque este es un gesto de deportividad y las de La Muela no la tuvieron, ni siquiera sabemos si saben a que se refiere ese término.
Probablemente, hubiesen ganado el partido las locales sin esa ayuda, pero luchar contra lo insalvable es imposible. Si al árbitro le dicen al llegar «Acuérdate que eres de casa, ya sabes lo que tienes que hacer» y él contesta «Sí, sí, tranquilos, no os preocupéis», la verdad es que el partido se pone cuesta arriba incluso antes de empezar. Pero bueno, chicas, nosotras a los nuestros, que estamos haciendo un año fantástico a pesar de las lesiones que estamos sufriendo; como siempre os digo: ¡¡No sois grandes, sois ENORMES!!